"Silencio, reflejos y decisión. Así hablo yo."
Desde muy pequeño, de forma natural y sin influencia externa, Iker quiso ser portero. Ama esta posición, pero también disfruta jugando de jugador cuando está en la calle con amigos. Es un niño noble, bueno y muy fácil de guiar. Tiene que mejorar su disciplina en casa (habitual para su edad), pero responde muy bien cuando se le corrige. En el campo, necesita desarrollar más autoconfianza y mejorar su fuerza física, ya que es delgado. Estamos trabajando en su explosividad, confianza y madurez táctica.